Mundial Suecia 1958
Copa Mundial de Fútbol Suecia 1958. Suecia recibió el testigo de manos de Suiza y se transformó en el país organizador de la Copa Mundial de la FIFA™ de 1958. A lo largo de estos años de transición, la Copa había perdido a Jules Rimet, el padre principal creador. Brasil, inspirada por un joven jugador de 17 años llamado Pelé, se alzó con el premio por primera oportunidad en la historia. Pelé marcó contra Gales, consiguió tres de los cinco goles con los que la selección canariña se impuso a Francia (5-2) en las semifinales y anotó dos más en la final, el triunfo de Brasil frente la selección anfitriona por 5-2. El francés Just Fontaine marcó trece goles en esta competición, un récord que por el momento permanece imbatido. Ésta fue además la primera Copa Mundial de la FIFA™ donde un partido se saldó con un empate a cero: un acercamiento de la primera ronda entre Inglaterra y Brasil.
Antecedentes
Por primera oportunidad la competición recibió cobertura televisiva en todo el mundo y el planeta entero ha podido presenciar la profesionalidad de las estrellas del fútbol moderno: Kopa, Fontaine, Charlton, Yashin, Garrincha, Vava y Pelé, quien con tan solo 17 años anotó seis goles, dos de ellos en el partido final donde los brasileños se proclamaron (¡por fin!) Campeones del Mundo.La sexta Copa Mundial de la FIFA™ merece ser recordada además por la proporción de países participantes: 55 en total. La etapa de ordenación ofertó asombrosas sorpresas: Bélgica, España, Holanda, Suiza, Uruguay e espectacularmente, Italia no consiguieron clasificarse. La primera vuelta de la etapa final brindó a los novatos apasionados la posibilidad de conocer selecciones de fútbol inéditas, como Gales, Irlanda del Norte, la URSS o Suecia. No obstante, la selección más destacada fue Francia, que captó la atención del público con el incisivo trío agresor que formaban Kopa, Piantoni y Fontaine. Los franceses iban a agarrar una extendida cosecha de triunfos: el encabezado de Más alto Goleador recayó en Just Fontaine, con el récord de trece goles que nadie consiguió sobrepasar y que, con toda posibilidad, va a seguir imbatido para siempre; el de Mejor Delantero (23 goles) fue para Raymond Kopa, a quien un jurado en todo el mundo además eligió Mejor Jugador. Francia se colocó a la cabeza del grupo en la primera ronda, con once goles en tres partidos. Pero Brasil, la enorme favorita de la competición, puso punto y final a este cuento de hadas en las semifinales.
Luego de las consecutivas decepciones sufridas en 1950 y 1954, Brasil se encontraba preparada para enmendar la plana. Se aupó al 1° puesto de un complicado grupo, en el que además estaban Austria (3-0), Inglaterra (0-0) y la URSS (2-0). En el partido de cuartos de final que la enfrentó a Gales, Brasil estuvo una hora trabajándose el partido, hasta que el golpe de genio de un joven de 17 años tomo la decisión de el resultado. Éste fue el primer gol que Pelé marcó en un Mundial. Había nacido una estrella. En semifinales, Pelé se ocupó a arrollar a la selección francesa, que no ha podido llevar a cabo nada por evitar los goles del Rey Pele.
El Mejor Equipo
Comenzó la leyenda De nuevo, Brasil se había plantado en una enorme final, en esta oportunidad con la selección sueca como adversaria. La existencia de Suecia en la final era sorprendente, ya que tenía que ver con un conjunto desarrollado de la nada para representar al país en la competición. Su creación ya había causado serias discusiones hasta que se barajó la oportunidad de contemplar como candidatos idóneos a los players expertos que estaban en equipos de la Liga italiana. No obstante, los suecos despuntaron como el sólido y bien formado mezclado que venció en semifinales (3-1) a Alemania, la protectora del encabezado. En la final de los «mercenarios» contra los «magos», fue Suecia la que comenzó el partido con más entereza. Por primera oportunidad en la competición, Brasil iba a la zaga. Pero no por un largo tiempo. Por medio de los goles de Zagallo, Vava y, más que nada, de Pelé, que marcó en dos oportunidades, Brasil ganó su primera Copa Mundial de la FIFA™ (5-2). El Presidente de la FIFA Arthur Drewry entregó la estatuilla de oro al entonces capitán de la selección brasileña, Bellini.